En menos de una semana, se publicaron dos solicitadas de sendos colectivos de periodistas en las que se denunciaba el avance sobre las libertades de expresión, por un lado, y se criticaba el corporativismo sesgado por el otro.
En lo personal, no firmé ninguna de ellas. Hoy, Gustavo Gonzalez, publica en Perfil (www.perfil.com) “Grieta. Alberto no debe caer en la trampa (los periodistas tampoco). Creo que es lo mejor que se ha publicado por estos tiempos. Dice Gonzalez:
“No me siento cómodo firmando solicitadas. No sé cuántas veces lo hice, pero fueron pocas. Quizá porque vivo pensando cada palabra que escribo, y es difícil que un texto escrito por otros me represente totalmente. O porque temo encontrarme compartiendo firma con personas con las que no elegiría hacerlo. No digo que las solicitadas no tengan un valor, solo que temo que luego se utilicen con una intencionalidad distinta a la que uno puede haber tenido al momento de suscribirla”.
Más adelante agrega: “Esta editorial (Perfil) y sus periodistas estuvimos en la mira del kirchnerismo desde que asumió en 2003 hasta el último día de su mandato. Tenemos la obligación de estar atentos para que eso no se vuelva a repetir. Sería un retroceso para toda la sociedad. Pero también debemos asumir que las tensiones son normales entre periodistas y poder político. Y no todas las controversias deben ser tomadas como un ataque a la libertad de expresión. Los periodistas también debemos asumir que al criticar nos exponemos a que nos critiquen. Y que si nos equivocamos, a que nos lo hagan saber. La libertad de expresión no es solo nuestra. Pero es cierto que quienes comandan el poder político (y suelen ser quienes controlan el poder de policía, del espionaje, impositivo y hasta legislativo y judicial) deben ser más cautos con el uso de ese poder. Cualquiera podría retuitear un video editado con el cruce de Cafiero con Diego Leuco y el agregado de un puño que golpea para enfatizar cómo el funcionario habría vencido en la pelea discursiva con el periodista. Pero si quien lo hace es el jefe de Estado, el RT adquiere dimensión institucional. Hay un sistema político y mediático cuyo negocio es la grieta. No es un negocio espurio en términos de conveniencia electoral o de audiencias. Alimentar a cada sector de la grieta con los mensajes que espera es eficiente en términos de oferta y demanda, pero es una dieta dañina para el país”
Te comparto el link para que veas la nota completa. Creo que es de lectura imprescindible. lhttps://www.perfil.com/noticias/columnistas/grieta-alberto-no-debe-caer-en-la-trampa-los-periodistas-tampoco.phtml
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